SIESTAS, LA CLAVE DEL ÉXITO

Entender que las siestas son igual de importantes que el sueño nocturno es la clave del éxito para que tu hijo tenga un descanso de calidad. Pero… ¿qué significa esto exactamente? Te lo digo con otras palabras: ¡Tu hijo dormirá toda la noche y desaparecerán los despertares de la madrugada! Lo primero que hay que saber es el número de siestas que tiene que hacer tu hijo en función de su edad y, en segundo lugar, que las siestas sean de calidad. Para ello es importante:
  • Evitar siestas en movimiento para poder llegar a las etapas profundas de sueño y que éste sea reparador.
  • Trata de que las siestas sean, al menos, de 45 minutos.
  • Acuesta a tu hijo a dormir la siesta en un ambiente adecuado para que su sueño sea restaurativo, para ello intenta que duerma en su cuna y que el cuarto esté a oscuras y en silencio.
  • Ofrécele la siesta siempre a la misma hora y hazle una pequeña rutina relajante antes de acostarle.
Es muy importante que tu hijo cumpla con las horas de sueño diurno adecuadas para su edad. Al principio puede ser complicado ya que las siestas tardan aproximadamente un mes en consolidarse por lo que requiere de mucha paciencia, pero te aseguro que todo ese esfuerzo tiene su recompensa. No caigas en el error de pensar que tu hijo no duerme siestas o las hace muy cortas porque es demasiado activo, suele tratarse más de una falta de hábito que de lo primero. S a la misma horaro. Seuy cortas o las hace muy cortas mundora me permite tener un tiempo fijo para mi, organizar mi ddeatruacipeé consistente y ofrécele todos los días su siesta a la misma hora, puede que tarde en aceptarla pero acabará agradeciéndotelo. Una vez que logres que sus siestas sean de calidad, su sueño nocturno también lo será y, por lo tanto, será un niño descansado, feliz y tú contarás con unas horas fijas para ti. ¿Suena bien, no? Anímate a probarlo y dale a las siestas la importancia que tienen.